
27 Sep Edimburgo en Septiembre
Si llegas a Edimburgo en avión, lo más cómodo y rápido para llegar a la ciudad es coger el autobús de AirLink. Su parada, la nº 19, está saliendo de la zona de llegadas a la izquierda. En tan sólo 30 minutos y por 3,50 libras estarás en su parada final en Waverley Brigde en el centro de la ciudad. Edimburgo es una ciudad cómoda y muy agradable de pasear, una auténtica delicia. Viajamos en el mes de septiembre. El tiempo en general fue bueno, aunque algún día típico escocés también nos acompañó, cómo no!
El primer día lo dedicamos a pasear por el Old Town a través de la famosa Royal Mile, desde el Castillo de Edimburgo hasta el Palacio de Holyroodhouse, dos visitas imprescindibles. Después de visitar el castillo bajamos a Grassmarket a través de la colorida Victoria St., calle animada con algunos restaurantes y tiendas con un ambiente algo vintage.
Por la tarde, después de la visita al Palacio de Holyroodhouse y sus jardines, tocaba hacer una parada en Mimi’s Bakehouse para tomar un té acompañado de unos scones con la deliciosa clotted cream. Situado en el 250 de Canongate, Mimi’s es un local pequeño pero muy acogedor, un paraíso de la pastelería escocesa. No deberías perdértelo!
Al día siguiente anduvimos por el New Town y sus bulliciosas y comerciales calles. Los sábados por la mañana se celebra el pequeño mercado agrícola de Edimburgo en Castle Terrace, que reúne pequeños tenderos que venden desde verduras, huevos, carnes ecológicas y pasta fresca a jabones artesanales o riquísimas mermeladas caseras. Nosotros nos compramos una mermelada de ruibarbo y jengibre que estaba deliciosa. Incluso puedes desayunar allí mismo en puestos ambulantes donde sirven un café riquísimo.
Continuamos nuestro paseo por Queensferry St. hasta llegar a Dean Bridge y contemplar la medieval Dean Village. Debajo de este puente hay un bonito paseo junto al río Water of Leith que conecta con Stockbridge. Después de almorzar callejeamos para volver a conectar con New Town y pasear por la elegante George St. Paralela a ella se encuentra Rose St. con sus animados pubs y restaurantes. Cenamos en un restaurante típico escocés llamado The Rosehip (43, Rose Street), lleno de gente local, lo cual es una buena referencia.
El domingo iniciamos el día subiendo a Calton Hill para ver la ciudad desde lo alto, merece la pena subir y disfrutar de las vistas. A la bajada por Waterloo Place y conectando con Princes St. nos dirigimos a pasear por Princes Street Gardens, unos preciosos y concurridos jardines donde poder disfrutar de la tranquilidad en medio de la ciudad. La National Gallery of Scotland se encuentra en medio de los jardines, concretamente en The Mound y merece una visita tanto las salas de pintura renacentista e impresionista como la sala de pintores escoceses.
Un plan estupendo para el domingo a mediodía fue ir a almorzar a Leith, puerto marítimo de Edimburgo. Se encuentra a tan sólo 3 kilómetros del centro (autobus 22). Dar un paseo por The Shore y comer en alguno de sus restaurantes. En el número 63 de The Shore hay otro Mimi’s Bakehouse donde tomamos un riquísimo brownie red velvet. Por cierto, aquí hay que pedir hora para poder almorzar o merendar porque el domingo suele estar a tope.
El lunes nos fuimos en tren a conocer la preciosa ciudad universitaria de St. Andrews, la cuna del golf. Salimos de la estación de Waverley dirección Dundee. Saint Andrews no tiene estación de tren por lo que hay que bajarse en Leuchars. Desde allí un autobús, que está incluido en el precio del ticket del tren hasta Saint Andrews, nos lleva a esta pequeña ciudad que conserva su estilo medieval a través de sus calles y pequeños callejones. Lo clásico es visitar el Old Course, un precioso campo de golf junto a las dunas y la playa West Sands, pero también la ciudad merece ser paseada para disfrutar de su ambiente. Después de almorzar un riquísimo salmón en Hams Hame, frente al green del hoyo 18 del Old Course, iniciamos nuestro paseo por la calle The Scores recorriendo su litoral y sus acantilados, disfrutando de sus bellas casas hasta llegar a las ruinas del castillo y de la catedral.
Market Street es la calle comercial de esta pequeña ciudad escocesa. Haz tiempo para tomarte un té y merendar un apetitoso cupcake en Bibi’s o un scone relleno de pasas o arándanos en Gorgeous!!
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