
23 Nov Un homenaje a mi madre!!
Desde hace tiempo me rondaba en la cabeza la idea de hacerle a mi madre un reconocimiento personal por todo lo que ella ha significado y significa para mí. O sencillamente porque es mi madre y es lo que más quiero en este mundo. Pensé que la mejor manera de hacerlo era a través de una de sus pasiones, la cocina y fusionarla con mis fotografías gastronómicas. Estuve tiempo creando las fotografías en mi cabeza y por fin llegó el día en que nos pusimos las dos manos a la obra. Ella elaborando su deliciosa receta de tocinillo de cielo y yo haciendo un reportaje fotográfico sobre este postre que tanto le caracteriza. Reviviendo el olor a caramelo en la cocina, utilizando los moldes antiguos que tantas y tantas veces hemos desmoldado y riéndonos recordando algún que otro tocinillo que no ha cuajado pero que ha sido comido igualmente 😉
Mi madre es una cocinera fabulosa y son muchos los días en casa en los que hablamos de esos platos que ella nos hacía y que marcaron nuestra infancia y nuestra adolescencia. Platos como la “Ropa vieja dulce», “Sus albóndigas” que cada vez que entra alguien en la cocina, destapa el caldero y tal cual estén, frías o calientes se come una y quién no lo haya hecho alguna vez que levante la mano (yo no la puedo levantar), su maravillosa “Salsa de tomate» (sus nietos se la toman a cucharadas), el “Arroz a la cubana” (uno de mis preferidos ), la “Vena dulce con papilla», los «Huevos revueltos con tomate» acompañados de papas fritas (peleas por las papas fritas), los “Macarrones con carne, pasas y chorizo», los “Huevos y pechugas a la Villaroy» que tanto trabajo dan, los “Bistecs empanados» tan sencillos y tan ricos, las “Papas y verduras rellenas”, el “Caldo de papas con huevo y cilantro”, el “Potaje de berros” o la “Sama al horno con cebolla y zanahorias». Y postres como los “Huevos moles», los “Huevos chumbos», la “Tarta de manzana», las “Cuajadas caseras» ( de su tierra navarra, como no!), las “Natillas con merengues», la “Tarta de limón”, las “Tartas de cumpleaños con bizcocho casero, nata, mermelada y chocolate” y el “Tocinillo de cielo».
Los platos elaborados por mi madre no solo han marcado mi infancia, mi adolescencia y la de mis hermanos, también han marcado la infancia de sus ocho nietos a los que ha inculcado ese amor por la cocina y ya más de uno se ha apuntado a cocinillas…
Todos estos platos que les he nombrado suenan copiosos y calóricos, efectivamente son así, pero mi madre ha sabido también inculcarnos el amor por las verduras, las frutas y los vegetales en general (a esto también le atribuyo el mérito a mi padre, gran amante del campo y de la agricultura). Mi madre vivió su infancia en Pamplona y parte de su juventud en Murcia, dos tierras indudablemente con unas huertas maravillosas. Así que en casa tampoco faltaban las verduras para acompañar sus platos, los pimientos, las berenjenas, los tomates en ensalada, o simplemente un hervido de verduras para cenar con habichuelas, acelga, calabacín, col o coliflor.
Con la concienciación actual tan necesaria en cuidar nuestra alimentación ya son muchos los platos que ella no hace, a no ser que algún día alguno de nosotros se lo pidamos. Entonces ese día volvemos a vivir y a sentir esos maravillosos sábados y domingos a mediodía donde nos sentábamos alrededor de la mesa del comedor todos juntos, los cinco hermanos con mis padres…
Gracias mami por todo lo que me has dado y por todo lo que cada día sigues dándome. Gracias por ser incondicional y por estar siempre, siempre. Por tu generosidad, por tu saber estar, por tu elegancia, por tu exquisitez, por tu estilo, por tus sabios consejos… No podía haber tenido una madre mejor, me siento muy afortunada. Te quiero mucho!
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